Haruki Murakami · Al sur de la frontera, al oeste del Sol


Al sur de la frontera, al oeste del Sol,
es el primer libro de Haruki Murakami que llega a mis manos, y, a 60 páginas o menos de terminarlo ya quiero comprarme todos sus otros títulos. Si bien hace rato me recomendaron a este autor y leí buenas críticas en todo tipo de publicidad "intelectual y esnoboba", recién ayer me compré este libro y debo reconocer que lo devoré. En especial quisiera leer Tokyo blues, pues fue de la mano de este título que llegó a mis oídos Haruki Murakami.
Es la historia de un hombre que es hijo único, dato no menor, pues es la característica que lo define durante la primera etapa de su vida y que lo lleva a conocer a la mujer de la cual nunca se podrá olvidar. Una historia de amores, desamores, encuentros, desencuentros y engaños. Llena de inseguridades y felicidades plásticas. Es un poco triste, pero altamente recomendable y leíble.

Acá algunas citas de la novela:


"Y yo cada vez pensaba lo mismo. Que no era un simple disco lo que Shamamoto tenía entre las manos, sino un frasco de cristal que encerraba una frágil alma humana."

"Para expresarme con propiedad hubiera necesitado un lenguaje muy distinto, desconocido. Y ni siquiera sabía si lo que sentía era digno de ser expresado con palabras."

"Aún hoy recuerdo el tacto de su mano aquel día. Es un tacto diferente a cualquier otro que haya experimentado después. Era simplemente la mano pequeña y cálida de una niña de doce años. Pero en aquellos cinco dedos y en aquella palma se concentraban, como en un catálogo, todas las cosas que yo quería saber, todas las cosas que tenía que saber. Y ella, al tomarme de la mano, me las enseñó. Me enseñó que en el mundo real existía un lugar como aquel. Durante diez segundos tuve la sensación de haberme convertido en un pajarillo perfecto. Surcaba el aire, sentía el viento. Desde las alturas pude ver países lejanos. Tan remotos que no era capaz de vislumbrar con claridad lo que había. Pero supe que existían. Y que algún día iba a
visitarlos. Esa certeza me dejó sin aliento. Me hizo estremecer."

"Entonces no lo sabía. No sabía que era capaz de herir a alguien tan hondamente que jamás se repusiera. A veces hay personas que pueden herir a los demás por el solo hecho de existir."

"-A ti te gusta ir dándole vueltas a las cosas tú solo. (...) Y no soportas que los demás sepan lo que tienes en la cabeza. Tal vez sea porque eres hijo único. Estás acostumbrado a pensar las cosas por tu cuenta y a decidir por ti mismo. (...)
'Hijo único' (...) No se refería a mi como un niño mimado y consentido, sino como a un ego propenso a aislarse, al que le costara salir de su propio mundo (...)."

"Porque lo que nosotros realizábamos era un acto necesario, un acto natural y espontáneo que no admitía ser puesto en cuestión. Desde el principio le estaba negada la posibilidad de cosas como el amor, el sentimiento de culpa o el futuro."

"Al mirar la lluvia sin pensar en nada, tienes la sensación de que tu cuerpo se va soltando poco a poco y que te vas separando del mundo real. Quizá la lluvia tenga algún poder hipnótico."

"Nadie se sumerge en ninguna aventura esperando resultados mediocres. La gente, pese a tener un chasco nueve de cada diez veces, desea tener al menos una experiencia suprema, aunque solo sea una vez. Y eso es lo que mueve al mundo."

"Le miré las pupilas. No se veía nada. Y en el fondo de ellas se adivinaba, fría y oscura, la muerte."

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