Safo

Divina Safo, poeta de Lesbos con su exquisita dicción, su perfección formal, su intensidad y su emoción, nos transporta a aquellas tierras lejanas, pero aún hoy persistentes en nuestra memoria.
Inventó el verso hoy conocido como oda sáfica (tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas)


Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!

A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.

Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.

Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
Muerta parezco.

Idea Vilariño · El testigo

Yo no te pido nada
yo no te acepto nada.
Alcanza con que estés
en el mundo
con que sepas que estoy
en el mundo
con que seas
me seas
testigo juez y dios.
Si no
para qué todo.