Memorias de un amante sarnoso · Groucho Marx



Escribí este libro durante las largas horas de espera en que mi mujer se vestía para salir. Y si nunca se hubiera vestido, nunca lo habría escrito.

(...) La verdad es que si a un joven no le gustan las muchachas es más probable que un psicoanalista termine por decirle (por supuesto después de cuatro años a treinta y cinco dólares la sesión) que, o bien está enamorado de su madre, o de su padre o del muchacho de enfrente (...).

(...) Era guapa, pero, por desgracia, también una intelectual. (...)

(...) No era consciente de lo aburrido que podría resultar como compañía hasta que estuve allí solo sentado conmigo mismo (...).

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Hank dijo...

que bueno, mira quién anda por aquí. No me funciona el MSN. Ten paciencia.